Viridiana
¿Qué
es la vida? Un frenesí ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y
el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son…
PEDRO CALDERON DE LA BARCA
Ondas
que intervienen el momento no vivido pero experimentado, simples trastornos de
frecuencias cerebrales, que separan al ser humano de la realidad y el estado R E
M donde la frecuencia baila al ritmo de la ensoñación. Como afirma el maestro
Calderón de la Barca, la vida es simplemente una ilusión, electricidad atómica
que crea una realidad imaginada, pero es el escenario único de la historia
temporal en este presente eterno, es el momento oportuno para crear y
desarrollar el papel en el destino, y
por qué no hacer de éste una obra de teatro cómo lo hacia el maestro en el
siglo XIX, que utilizaba sus obras para satirizar a la burguesía y la misma
corte de Felipe IV que lo contrataba, estas obras empezaron a crear
pensamientos casi oníricos en el común, sublevando el pensamiento español de la
época, pero esta lucha la llevo a cabo al lado de la dramaturgia(sueño/dramaturgia),
lucha que continúa y también llegó a vivir en una época Luis Buñuel con la
censura de Viridiana en el período del dictador Francisco Franco, película que
muestra las sutilidades del sueño lucido, esa conexión que no es imposible,
simplemente es vivir el sueño de vivir la
vida, es la realidad onírica real.
Los
estados cerebrales se diferencian por su amplitud de onda de la frecuencia
cerebral, se separaron por estados delta, theta, alfa y beta, siendo el delta
el estado más profundo (sueño profundo, hipnosis) con ondas más amplias,
pasando al estado beta o estado de vigilia donde estamos conscientes y en plena
actividad mental. Los estados alfa y theta son estados mentales superiores
equilibrados entre consciente e inconsciente cada uno más cercano al estado
contrario, alfa-consciente y theta-inconsciente, es posible llegar de muchas
maneras a estos tamaños de onda, ejercicios como relajación profunda,
meditación, entre otros, pero las frecuencias cerebrales a veces cambian sin
ningún tipo de ejercicio previo, simplemente la percepción de la realidad va
cambiando poco a poco, y a veces se logra traspasar esa barrera invisible entre
consciente e inconsciente, aventurando a la apreciación en un viaje que no
tiene final, solo se cuenta la historia de manera incomparable, diferentes
perspectivas de realidad que muchas veces son sentimientos generalizados, pero reprimidos
por los tabúes impuestos por diferentes razones, éticas, religiosas, políticas,
etc.
A
pesar de estas represiones sistematizadas de los pensamientos oníricos, en 1924
surge el Manifiesto Surrealista, que rompe con todos los cánones establecidos
por la sociedad, principios artísticos, ideologías de vida, pensamientos de
religión, y casi todos los aspectos de la realidad humana, exponiendo un
inconformismo absoluto, declarándose ¡surrealistas! Es la primera vez que en la
sociedad occidental se tenía a los sueños y el inconsciente tan ligados a la realidad
humana, también para esa época Freud ya estaba haciendo de las suyas con el
psicoanálisis. Estas dos vertientes se coinvertirían en el maná de la actividad
creadora, ese deseo de representar el mundo inexistente y único que tenia cada
surrealista; literatura, pintura, cine y demás oficios se adscribieron a este
movimiento, andaban tras la vida que estaba detrás del consciente, confusiones
de imágenes reales pero sin ningún sentido aparente, intentando reflejar el mundo de los
sueños (súper-realismo), para los surrealistas, lo que existe es aquello que no
se puede ver.
A
sí mismo el director español Luis Buñuel inspirado en la simpleza de la
estética general heredada del Creacionismo,
como afirmaba Vicente Huidobro que “la emoción ha de nacer de la única virtud
creadora”, donde lo importante, era la expresión creadora sin importar el
desarrollo siendo aún disparatado, transgrediendo muchas reglas establecidas
por la sociedad, como asociaciones con imágenes dispares, humorismo y antisolemnidad, mezcla de lo clásico y los avances más
modernos, como se evidencia en Un Chien Andalou la primera película de este
director, donde hacen del guion, hojas en blanco colmadas por los sueños y las más
dulces pesadillas de dos cofrades surrealistas, Buñuel y Dalí, que hicieron del
Cine una ventana directa al inconsciente profundo del ser humano, pudieron ver
los sueños, las irrealides, adscritos a un movimiento naciente pero con una
gran fuerza, el surrealismo era la llave secreta para encontrar la puerta en
ese muro invisible y poder entrar por la ventana del ser.
Olvido,
introspectiva, fragmentos de segmentos, redundancias, o más bien la perspectiva
que cada cual tiene de Un Chien Andalou es propia, aunque los elementos del
filme sean sueños encadenados de obsesiones recurrentes como lo explicaban Dalí
y Buñuel, sin tener en cuenta ningún tipo de secuencialidad, el filme se puede
explicar cómo dos sueños contados y entrelazados, y aunque la primera escena
tuvo una intencionalidad explicada por el mismo Buñuel “para sumergir al
espectador en un estado que permitiese la libre asociación de ideas era
necesario producirle un choque traumático en el mismo comienzo del filme; por
eso lo empezamos con el plano del ojo seccionado, muy eficaz.” Utilizando
principios psicoanalistas como composición, estos artistas se adentraban en un
una realidad de sueños que proyectaron en obras maestras que quedan como
documento de los instantes inconscientes de su contexto histórico.
Elementos
cómo la metáfora del gato y el ratón hacen de Viridiana una película clásica
con tintes surrealistas totalmente diferente a Un Chien Andalou en muchos
aspectos, manejando una secuencialidad en el tiempo, una realidad que lograba
ser aceptada en principio por los cánones calificativos de la sociedad, pero
igual la historia mantiene el hilo desembocando en lapsos de locuras
inexplicables para el espectador, que solo se nutre de todas las sensaciones
instantáneas pero más duraderas en su ser, las sensaciones de escenas y eso es lo que liga los dos filmes, la
capacidad de transformar el pensamiento, diálogos profundos y confusos a la vez,
mostrando a la humanidad en su máxima expresión, proyectando una especie de realdad desconfigurada a veces atrayente, muestra una conflagración
detallada de símbolos en cada cuadro de la película, manejando una especie de
paisajismo con personajes que parecen pinturas modeladas, locuras inminentes en
la realidad que son posibles, pero con un trabajo de montaje se vuelve casi un
sueño, haciendo referencia a un cuadro de Millet, el Ángelus, “una oración que
se convierte en condena”. La clara sátira al cristianismo hizo de esta película
una proyección prohibida por la iglesia, hasta el punto que el propio papa
pidió el veto del filme, pero entonces ¿Quién vio la película para censurarla?
Viridiana
es una clara muestra de realidad oniritizada,
convirtiendo las circunstancias en ilusiones que vuelven a chocar con la
imagen reflejada de la misma realidad común y corriente, los indigentes iban a
violar a la persona que les había dado techo y comida por un tiempo, acabando
con ese ideal de la caridad cristiana, matizando y contrastando las cosmogonías
desde diferentes contextos sociales, el de Viridiana de ayuda y el de los
indigentes de sobrevivencia y vida en progreso sin importar las consecuencias. Pero
otro momento del filme que logra conectar con ese sueño lucido en la realidad,
es la escena en la que Don Jaime se está midiendo la ropa de su difunta esposa,
e irrumpiendo Viridiana enceguecida por su noctambulismo, deja un símbolo
meramente religioso, que ella misma después analiza despierta, composiciones que
sutilmente despiertan ese sentido surrealista del destino, así como la niña
predecía la llegada de un toro negro, que después se convertiría en su
padrastro. El estado de vigilia no es más que un estado de ensoñación limitado
por la realidad física, pero la imaginación puede llegar hasta fracciones
elevadas por la potencia del infinito, reflejos de realidades imaginadas y
proyectadas para hacer de la vida un sueño, un constante trascender de los
avances del tiempo, pero la forma más fácil es creer, empezar a soñar
despiertos.
Bibliografía:
Microsoft ® Encarta ® 2008. © 1993-2007 Luis Buñuel – Creacionismo –
Ultraismo
Revisión de interés:
Imágenes
tomadas de Internet.
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